domingo, 22 de marzo de 2009

"No soy una malcriada"

Fuente: ElUniversal.com


"No tengo religión, nunca me bauticé, mis padres dejaron que yo decidiera" "A los dos minutos de estar casada me quité el vestido y me lancé a la piscina"

A Chantal Baudaux no le importaría estar ahora mismo viviendo en pleno monte. Ni que entre sus pecas se camuflaran algunas pulgas o garrapatas: "Si no fuera actriz seguro sería veterinaria y terminaría siendo como Brigitte Bardot".
Su obsesivo amor hacia los animales vino en su ADN. "Es un instinto que tengo bien desarrollado. Crecí en un hogar en el que todos amamos las mascotas, mi mamá habla con sus pajaritos", revela.

Chantal también habla en serio. "Me gustaría construir un refugio para animales porque en Venezuela el tema de la protección animal está abandonado".

Baudaux no es amiga de dar entrevistas, y menos de andar faranduleando, pero su regreso a las telenovelas -de las que llevaba alejada tres años-, la obligará a aparecer mas en la prensa. Pero ella viene preparada.
"Estoy segura de que no tardaran en salir mensajitos de odio de hacía mi, que los escriban... yo no les paro", adelanta.

Se refiere a la prensa chismosa que la acusa de difícil. "No soy diva, ni malcriada, ni antipática... todo lo contrario. Esos calificativos los inventan personas que no me conocen y para ser honesta: ¡no me importan!", suelta sin titubear.

Y continúa: "No me creo la mata de la alegría, ni tampoco Chantal la más simpática, pero no soy esa persona que se ha inventado la prensa amarillista".


Boda espiritual

A la chica pecosa de las telenovelas locales, también le interesa el tema del desarrollo espiritual: "No tengo religión. Nunca me bauticé porque mis padres prefirieron que yo decidiera cuando me hiciera mayor". Pero hace unos años, cuando atravesó por una crisis espiritual, el tema religioso la cercó entre la espada y la pared. "Necesitaba creer en algo y empecé a documentarme... me leí hasta El Corán", confiesa.
El episodio le tomó un tiempo y la hizo encontrar el camino. "Descubrí que mi forma de ver la vida es similar a la de los budistas y desde entonces trato de vivir según sus parámetros".
Tan bien le resultó aquello que en mayo del año pasado, después de dos años de amores con el empresario Alberto Morla, Chantal se casó en Choroní.
"Las bodas son estresantes pero gracias a Dios la mía fue divertida. A los dos minutos de estar casada, me quité el traje de novia, me lancé a la piscina y me olvidé de todo", cuenta.
A la ceremonia playera que organizó, asistieron sólo 50 invitados. A la fiesta le siguió una luna de miel envidiable para cualquier pareja de enamorados. "Fuimos a Singapur, Bali, París, Barcelona, Cannes y Saint Tropez. Me gustaría radicarme en Bali porque su manera de vivir es la mejor para ser feliz, aunque viven con poco siempre están contentos. Nadie grita a otro, ni están amargados".

¿Cómo le va de casada? -

-Muy chévere. Habíamos vivido juntos antes de casarnos así que no fue un shock. Ademas no es celoso es de mente avanzada.
¿Está buscando hijos?

-Me encantaría que lleguen pronto, el matrimonio me alborotó las hormonas maternales.

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